Decía mi abuela que lo mejor en una persona es no perder la capacidad de asombro, y en esta época aunque queramos perderla, es imposible. Todos los días algún suceso nos sacude para bien, para mal o quién sabe para qué. Y esto es lo que me sucedió cuando vi a esta presentadora de TG1 de Italia, dando el Share (Cifras de espectadores que han visto un programa, por aclarar un poco el termino) http://www.youtube.com/watch?v=H8rScFAAtfI&eurl=http%3A%2F%2Fwww%2Efacebook%2Ecom%2Fwalltowall%2Ephp%3Fid%3D1559133195%26banter%5Fid%3D1514910965%26ref%3Dnf%26nctrct%3D1239188677314%26show%5Fa&feature=player_embedded)(de los diferentes programas que retransmitieron el Terremoto de Abruzzo, que se produjo en los últimos días.
Y parece ser que esto en la Era de la Comunicación es moneda corriente, ya que días atrás habíamos visto como la muerte y posterior sepelio de una concursante de Big Brother (Gran hermano), era transmitido en directo con unos niveles de audiencia espectaculares.
Ahora yo me pregunto:
¿O soy yo el desubicado o estamos ya todos locos?
¿Todo ha pasado a ser un gran show al estilo el Show de Truman?.
¿Cuál es el verdadero problema?
Y lo peor es que siempre se abre el debate que no tiene fin: “ es lo qué quiere la gente”, “Es lo qué los medios nos quieren imponer”, etc. etc., etc.
¿Hasta dónde llega el morbo y dónde esta el límite?
Yo me pregunto si tanto nos cuesta ponernos en el lugar del otro. Porque alguien que alguna vez haya perdido a un familiar, o haya vivido una situación desagradable de las que nos pone la vida en más de una ocasión, ¿cómo se sentiría si viera que su dolor se esta manipulando de esta manera tan desnaturalizada? ¿Tan vacías están nuestras vidas que necesitamos llenarlas de tanta mierda televisada? Intento mirar hacia mí para ver que resortes o artilugios se mueven dentro de uno para intentar comprender por qué todos formamos parte de este circo mediático en el que se ha transformado la vida, donde todo vale y nada cuenta.
Y parece ser que esto en la Era de la Comunicación es moneda corriente, ya que días atrás habíamos visto como la muerte y posterior sepelio de una concursante de Big Brother (Gran hermano), era transmitido en directo con unos niveles de audiencia espectaculares.
Ahora yo me pregunto:
¿O soy yo el desubicado o estamos ya todos locos?
¿Todo ha pasado a ser un gran show al estilo el Show de Truman?.
¿Cuál es el verdadero problema?
Y lo peor es que siempre se abre el debate que no tiene fin: “ es lo qué quiere la gente”, “Es lo qué los medios nos quieren imponer”, etc. etc., etc.
¿Hasta dónde llega el morbo y dónde esta el límite?
Yo me pregunto si tanto nos cuesta ponernos en el lugar del otro. Porque alguien que alguna vez haya perdido a un familiar, o haya vivido una situación desagradable de las que nos pone la vida en más de una ocasión, ¿cómo se sentiría si viera que su dolor se esta manipulando de esta manera tan desnaturalizada? ¿Tan vacías están nuestras vidas que necesitamos llenarlas de tanta mierda televisada? Intento mirar hacia mí para ver que resortes o artilugios se mueven dentro de uno para intentar comprender por qué todos formamos parte de este circo mediático en el que se ha transformado la vida, donde todo vale y nada cuenta.